Hoy se cumplen 28 años del intento del Golpe de Estado del 23F. Muchas veces me han preguntado qué estaba haciendo yo en aquel momento.
Tenía 12 años. Aquella tarde mi padre escuchó en directo por la radio, mientras conducía, la interrupción de Tejero en el Congreso. Rápidamente se dirigió a casa para reunirse con mi madre, mi hermana y conmigo. Nosotras no estábamos. Habíamos salido de compras. Cuando llegamos a casa, noté a mi padre nervioso, preguntando insistentemente a mi madre, si no sabía lo que había pasado. Esa tarde mis padres y mis vecinos la pasaron juntos pendientes de alguna noticia. Yo no podía saber el alcance de lo que estaba sucediendo. Pero sabía que no era bueno. Estuve toda la noche junto a mis padres. Ellos no se acostaron y yo me quedé a su lado dormida en el sofá. Al día siguiente no fui al colegio.
Pero el 23- F dejó huella en mi familia y sobre todo en aquellos que conocían de primera mano el dolor y la falta de libertad de los años de la dictadura. Al día siguiente del 23- F, mi tío el mayor sufrió un infarto y estuvo varios días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivo. Y cuando los diputados fueron liberado, mi abuelo se metió en la cama y no se volvió a levantar. Perdió la cabeza y todo cuanto hablaba y recordaba era sobre la persecución de sus hermanos, la visita a su casa de la Guardia Civil y de cómo mataron a sus hermanas pequeñas. Hasta ese momento mi abuelo no había mencionado nunca esos hechos. En esos días se despertó mi interés por lo que le había pasado a mi familia y creo que el inicio de mi compromiso político. Un mes después del 23-F mi abuelo murió. El médico no le pudo diagnosticar nada, sólo dijo que algo muy grande le había impresionado y había fallecido de tristeza.
Algún día os contaré, como murieron los hermanos de mi abuelo. Guardo un magnífico relato, contando en versos, de una persona que presenció los días que estuvieron escondido y como sucedió la muerte de dos de ellos.
SI QUIERES PUEDES DEJAR EN COMENTARIOS, CÓMO FUE TU PARTICULAR 23-F. ME ENCANTARÍA CONOCER TU HISTORIA.
7 comentarios:
Hola Mamen:
Una historia terrible y triste la de tu familia, como múchisimas más que sufrieron tales injusticias y horrores. Las dictaduras no debieran existir nunca.
Trabajemos para que desaparezcan del presente, del futuro, ya que no podemos cambiar el pasado.
Un fuerte abrazo.
Yo estaba en el Instituto de la Granja, con quince años, e iba a una academia por las tardes. Recuerdo que a las siete así nos dijeron que nos fueramos a casa, pero sin más razones. Un compañero me dijo que 'Suárez se había peleado con alguien y que había guerra'. En fin, que cogí el autobús y me bajé en Los Pinos, para ir a casa de mi abuela en La Asunción. El cuartel de la Asunción estaba raro, y cuando llegué a casa mi abuela y tía estaban asustadas, y la radio con música militar ajú.
Mi abuela me contó durante toda la noche la batalla de Pozoblanco donde lucharon dos hermanos suyos. Por la mañana fui al Instituto, y recuerdo a algunas maestras de Alianza Popular muy contentas, luego ya nos dijeron que se había terminado todo. Sabía que estaba pasando algo malo, pero en realidad no era consciente del todo de la que se podía haber liado.
Un saludo, Alfonso.
El 23-F me cogió a punto de entrar en clase, estudiaba nocturno Graduado Social, ya estaba muy comprometido sindicalmente por lo que un compañero que encontré en la puerta y yo nos quedamos en mi viejo 850 pintado de azul lago a mano escunchando lo poco que daban en la radio. Muy cerca estaba la sede de la sede de Fuerza Nueva y tambien de unas jornadas de huelga que habíamos organizado entre los dos en la Escuela, por tanto nos estabamos preocupados.
Nos llegamos a un bar cerca de la escuela donde soliamos tomar café, la tele estaba puesta pero no daban nada, el camarero cuando nos vió entrar dijo en voz alta "ahora más de uno va a dar mil duros por un boquete".
Nos pusimos nerviosos y nos fuimos a dar una vuelta por las calles del centro a ver si veíamos algo...
Ya me faltaba muy poco para conocer a Mamen, historias que unen... seguiré.
Por cierto buen blog, sigue y publica tu agenda, muy pocos conocen tu trabajo y muchos critican muy a la ligera vuestro trabajo.... Adelante...
Hola Mamen.
Realmente impresionante tu relato. ¡Vaya experiencia! Son de las que le marcan a uno, impeliéndole a ser de izquierdas o nada...
Yo, como tú, también viví muy preocupado aquella terrible jornada: no dejé de ver las noticias de la tele, de escuchar las de la radio y de leer las de los periódicos. En mi familia temíamos las represalias (ya me entiendes...) pero, sobre todo, que España retrocediera de nuevo hasta el fatídico 1936. ¡Qué te voy a contar que no sepas!
En fin; enhorabuena por el blog y suerte.
Realmente la interrupcion de Tejero fue algo brutal.
Mamen por algun problema no identificado me ha salido un texto que ni yo acierto a entender, te ruego que lo cambies por este que ya está corregido... Gracias
El 23-F me cogió a punto de entrar en clase, estudiaba nocturno Graduado Social, ya estaba muy comprometido sindicalmente por lo que un compañero que encontré en la puerta y yo nos quedamos en mi viejo 850 pintado de azul lago a mano, escunchando lo poco que daban en la radio. Muy cerca estaba la sede de la sede de Fuerza Nueva y muy cerca nos quedaban tambien unas jornadas de huelga que habíamos organizado entre los dos en la Escuela, por tanto estabamos preocupados.
Nos fuimos a un bar cerca de la escuela donde soliamos tomar café, la tele estaba puesta pero no daban nada, el camarero cuando nos vió entrar dijo en voz alta "ahora más de uno va a dar mil duros por un boquete".
Nos pusimos nerviosos y nos fuimos a dar una vuelta por las calles del centro a ver si veíamos algo...
De camino cogimos los archivos de socios del sindicato para salvarlos en casa...
Ya me faltaba muy poco para conocer a Mamen, historias que unen... seguiré.
Por cierto buen blog, sigue y publica tu agenda, muy pocos conocen tu trabajo y muchos critican muy a la ligera vuestro trabajo.... Adelante...
24 de febrero de 2009 9:06
no lo recuerdo bién, pero no eran los guardias civiles los que salían por las ventanas. Los diputados creo que salieron por la puerta
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