jueves, 19 de marzo de 2009



LAS LINCES RESPONDEN A LOS OBISPOS.

La campaña puesta en marcha por la Iglesia católica en contra del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo me parece demagógica y sin sentido común. Los representantes eclesiásticos deben responder con qué dinero pagan esa campaña. ¿Con dinero público, con dinero de los fieles que acuden a la iglesia?. ¿Por qué no emplean ese dinero en ayudar a la gente que lo está pasando mal, o a los niños del tercer mundo que están muriendo de hambre o tal vez en investigación para que niños enfermos puedan sanar?
En estos días cercanos a la Semana Santa hay Cofradías que hacen cenas benéficas para recaudar fondos para el manto de la Virgen o para la ornamentación del paso. ¿Por qué no hacen celebraciones benéficas para ayudar a los hermanos cofrades que están en paro o para los vecinos necesitados de la zona donde esté ubicada su Cofradía?
Estas incongruencias son las que hacen que la Iglesia esté cada día más alejada de la realidad social.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que la iglesia está muy alegada del día a día. El Papa se va al continente africano donde más personas con Sida hay y recomienda que no usen el preservativo.

Anónimo dijo...

No habrá ningún empresario ligado al Vaticano que fabrique condones. La unica asociación española que no se rige por la constitución, no incluye a mujeres en sus organos de dirección, sus representantes no son elegidos democráticamente ni están sometidos a hacienda, ¿Como pueden criticar una ley democráticamente elaborada?.
Una ley posibilita, no obliga, nadie estará obligado a abortar. La iglesia católica no tiene ningún derecho a meterse en la vida de los ciudadanos.
Es necesaria cuanto antes la separación total de la Iglesia del estado.

Alfonso Saborido dijo...

En mi blog me pregunto cuánto cuesta el cartel del lince que han puesto en la ronda Este de Jerez o cuánto vale un plato de comida del comedor del Salvador.
Es una campaña política, Mamen, para las Europeas. Necesitamos una ley de libertad religiosa acorde a los tiempos ya.
Y del preservativo, mejor me callo, que exploto. Qué sufrido es ser cristiano y socialista en este país. Un abrazo. Alfonso.