TOQUE A LOS BANCOS

Vuelvo a insistir que el Gobierno no ha regalado dinero a los bancos, lo que ha hecho es concederles un préstamo temporal para que las entidades bancarias puedan suministrar la financiación necesaria a las empresas y a los ciudadanos, ya que sin esa financiación no se puede recuperar el crecimiento económico y crear empleo. Además el Estado no pierde el dinero que presta sino que lo recuperará en su integridad. Por tanto es un apoyo al país, a los ciudadanos, a sus recursos, a sus rentas, a sus puestos de trabajo y a las empresas, para la gestión de sus necesidades financieras de sus proyectos de inversión.

El Ministro Pedro Solbes lo explica hoy en el País, “Los bancos no están recibiendo dinero, sino que están recibiendo liquidez. Y pagan por esa liquidez. Para que nos entendamos bien: no sale un céntimo del presupuesto público para subvencionar la actividad de los bancos. Dicho de otra forma, el resultado final debe ser neutro para el Tesoro o incluso ligeramente positivo”.

Otra cosa es, que hasta ahora los bancos no ha respondido como se esperaba de ellos, por eso no estamos satisfechos con su actitud. No vemos que estén poniendo a disposición de las empresas y las familias ese dinero. Y para que la medida sea eficaz es necesario que ellos cumplan su parte del contrato. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se va a reunir con los representantes de las entidades financieras para repasar como está llegando la liquidez a las familias a las empresas y para lograr que los créditos funcionen mejor.

Es fundamental que las entidades financieras entiendan que para que se produzca la recuperación económica, para que muchas familias puedan pagar sus hipotecas, o para que las empresas puedan seguir su actividad es necesario que ellos faciliten esos créditos. Demasiada mala imagen tiene ya el mundo financiero, como para que ahora den la espalda a quienes hace tan sólo un año les abrían las puertas, facilitándoles todos los préstamos necesarios y sin informarles de los riesgos y las consecuencias que podían correr.