UN 15 DE JULIO EN LA CAPITAL

Mientras en el Congreso de los Diputados celebrábamos una Diputación Permanente, el Consejo de Política Fiscal aprobaba el nuevo Modelo de Financiación Autonómica sin ningún voto en contra. Sin duda estamos ante un nuevo modelo más justo y equitativo que el anterior en el que la aportación del Estado por habitante favorece la igualdad entre los ciudadanos. El primer paso se ha conseguido, pero hay que seguir trabajando. Ahora según el modelo aprobado, el Gobierno preparará el proyecto de modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y posteriormente lo enviará al Parlamento para su tramitación.

En la Diputación Permanente hemos debatidos distintos temas, pero quiero destacar uno que yo he llevado. El PP ha pedido la comparecencia del Vicepresidente Chaves para explicar la ley de incompatibilidades, aunque la petición era encubierta, porque de verdad de lo que quería hablar es de la subvención concedida por la Junta de Andalucía a la empresa Matsa.

El PP ha dejado claro que no conoce el límite de la demagogia y para ello utilizan una Diputación Permanente, que debe estar para los temas urgentes, cuando el Vicepresidente tercero ha contestado en el Congreso a seis preguntas en la sesión de control sobre el tema, ha dado explicaciones a los medios de comunicación y ha publicado una nota de rectificación de una noticia. Y en todo momento ha negado las imputaciones de las que los populares le acusan.

El PP quiere equiparar el caso Gürtel con el de la empresa Matsa, y tengo que señalar que mientras en el primero hay un proceso judicial abierto, en el de Matsa, sólo hay una denuncia periodística. No hay incompatibilidad, ni existe irregularidad alguna.

El PP ha anunciado que van a presentar una denuncia. Les he dicho que si creen que hay incompatibilidad e irregularidad que la presenten ya, pero que presenten una denuncia en condiciones, no como la anterior que la tuvieron que retirar a las pocas horas.

He acabado mi intervención dando un consejo al PP: “Si de verdad creen en la transparencia, si de verdad quieren tener comportamientos responsables, gasten sus energías en solucionar sus propios problemas, antes de implicar a sus contrarios, inventando guiones de una película que por falsa se les va a volver en contra”.