Nos aproximamos al gran día, 15 de Julio, fecha en la que se reune el Consejo de Política Fiscal y Financiera para que cada Comunidad Autónoma se posicione sobre el nuevo modelo de financiación.
Hay ciertos sectores que no veían oportuno que el Gobierno de Zapatero se metiera en el “lío” de la financiación. En primer lugar tengo que defender al Presidente del Gobierno, porque tiene entre sus principios el solucionar lo que no funciona, aunque eso nos lleve algún que otro quebradero de cabeza. Y el sistema de financiación actual, realizado en el 2002, por el gobierno del PP, no está sirviendo a las Comunidades Autónomas para atender las necesidades de sus ciudadanos. Es un modelo agotado en el que los cambios demográficos de la última década no estaban contemplados. El 1999 la población española era de 37,4 millones de habitantes y en 2009 es de 43,7 millones. Además ha aumentado la población mayor de 65 años y la población joven.
Con este modelo todas las Comunidades Autónomas mejoran, porque aumentan sus recursos para los servicios y prestaciones a los ciudadanos. Todos los ciudadanos tendrán garantizada la igualdad de servicios públicos fundamentales, vivan donde vivan. Será fundamentalmente los ciudadanos los destinatarios y los principales beneficiarios del nuevo sistema de financiación, porque van a ver mejorados los servicios públicos que reciben, especialmente en sanidad, educación y servicios sociales.
Cuando se apruebe el nuevo modelo de financiación en el Congreso, Zapatero habrá resuelto uno de los principales retos que se ha marcado para esta legislatura.
Hay ciertos sectores que no veían oportuno que el Gobierno de Zapatero se metiera en el “lío” de la financiación. En primer lugar tengo que defender al Presidente del Gobierno, porque tiene entre sus principios el solucionar lo que no funciona, aunque eso nos lleve algún que otro quebradero de cabeza. Y el sistema de financiación actual, realizado en el 2002, por el gobierno del PP, no está sirviendo a las Comunidades Autónomas para atender las necesidades de sus ciudadanos. Es un modelo agotado en el que los cambios demográficos de la última década no estaban contemplados. El 1999 la población española era de 37,4 millones de habitantes y en 2009 es de 43,7 millones. Además ha aumentado la población mayor de 65 años y la población joven.
Con este modelo todas las Comunidades Autónomas mejoran, porque aumentan sus recursos para los servicios y prestaciones a los ciudadanos. Todos los ciudadanos tendrán garantizada la igualdad de servicios públicos fundamentales, vivan donde vivan. Será fundamentalmente los ciudadanos los destinatarios y los principales beneficiarios del nuevo sistema de financiación, porque van a ver mejorados los servicios públicos que reciben, especialmente en sanidad, educación y servicios sociales.
Cuando se apruebe el nuevo modelo de financiación en el Congreso, Zapatero habrá resuelto uno de los principales retos que se ha marcado para esta legislatura.
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