SIGAMOS DISFRUTANDO

Salí del Congreso pasadas las ocho y media de la noche, no tenía nada para cenar y me dirigí a un supermercado cercano. Cuando llegué me dio una extraña sensación, apenas había gente, los pasillos del mismo estaban casi vacíos, una mujer compraba en la pescadería, nadie en la frutería y las cajas para pagar presentaban un aspecto poco habitual en un día laboral y en pleno centro de Madrid.

La misma impresión tuve cuando salí fuera, la Calle Prado, la Puerta de Sol y la Carrera de San Jerónimo se habían convertido en zonas donde se podía pasear tranquilamente. En ese momento me acordé de que probablemente ya había empezado el fútbol, la ausencia de tráfico y de gente me indicaba que el Barcelona y el Arsenal ya estaban batiéndose en el césped del Camp Nou.

Pero me llamó la atención, porque jugaba el Barcelona, y sin embargo muchos madrileños se habían apresurado a sentarse frente al televisor para ver ese partido. No sé si son las ganas de ver buen fútbol o de comprobar el estado del Barcelona antes del próximo encuentro con el Real Madrid.

No he podido ver el partido desde el principio, cuando llegué a la casa ya ganaba el Barcelona por dos goles a cero, pero no he perdido detalle del resto. Es todo un disfrute deportivo ver el fútbol que practica este equipo, arte y precisión en los pases, intensidad en la defensa, y un equipo motivado que juega coordinadamente y que ha trabajado para que Messi, dominando todo el frente del ataque, haya metido cuatro goles al Arsenal y haya colocado al Barcelona en la semifinal del la Liga de Campeones.

Me he quedado con ganas de más, pero esta semana tenemos otra cita de buen fútbol, entre el Barcelona y el Real Madrid. Seguro que la escena de calles desiertas se repetirá el sábado en muchas ciudades de nuestro país. Seguiremos disfrutando.