
Jordi siempre ha llevado como un gran honor haber sido ponente de la redacción de la Constitución. Era consciente de la importancia de superar las diferencias y tener un texto donde nos reconociéramos todos los españoles a pesar de nuestras distintas formas de pensar y sentir. Sabía que era un texto decisivo para nuestro futuro y que llegar a un consenso era fundamental. Todo un ejemplo a seguir en estos momentos.
Aunque Jordi había perdido su memoria como consecuencia del Alzheimer, los demás no olvidaremos su contribución a nuestra historia y a nuestro país. Si quieres saber más de él, te recomiendo el documental "Bucarest. La Memoria Perdida", ganadora de un Goya en 2009 y que realizó su hijo el periodista, Albert Soler.
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