
Hay que reconocer el trabajo del gobierno, el esfuerzo de los sindicatos y el empeño de ambos por llegar a un acuerdo a través del consenso y el diálogo. Decía el otro día Jesús Caldera que “las reformas a tiempo, las reformas adecuadas no sólo no reducen derechos futuros sino que los consolidan” y eso es lo que han entendido gobiernos, sindicatos y empresarios, la necesidad de hacer una reforma para muchos años que nos permita sostener el sistema público de pensiones en varias décadas.
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